Arco de la Macarena

Arco de la Macarena

Arco de la Macarena

Arco de la Macarena

— Arco de la Macarena

Arco de la Macarena

Categoría:
Dirección: C. Bécquer, 1
Población: Sevilla
Pagina Web: visitasevilla.es

El Arco o Puerta de la Macarena es uno de los tres accesos que aún quedan en pie del antiguo recinto amurallado de Sevilla, junto a la puerta de Córdoba y el Postigo del Aceite.

El monumento que hoy se observa, es el resultado de numerosas reformas y reparaciones a lo largo de los siglos. Los restos más antiguos que se han hallado en su interior pertenecen a los siglos XII-XIII, cuando se levantaron las murallas de Isbiliya bajo la dominación almorávide-almohade, y corresponden a los muros laterales de la puerta, coronados por parte del almenado. Al igual que en las murallas, se emplea la técnica constructiva del tapial, es decir, un encofrado de tablones donde se apisona tierra mezclada con cal y grava, para otorgarle resistencia; finalmente, toda la obra iría revestida por un fino mortero de cal como acabado.

Con estos escasos datos, aún se desconoce la configuración completa del acceso original andalusí, pero gracias a documentos muy posteriores, del siglo XVI, se sabe que contaba con una gran torre-puerta, que contendría la entrada principal y delante, como en el resto de las murallas, la barbacana o antemuro dibujaría otro recinto defensivo más bajo, con arcos menores, que dificultarían la entrada del enemigo, como figura en una maqueta del retablo mayor de la Catedral de Sevilla.

Esta configuración general llegaría hasta el siglo XVI sin apenas modificación, pero en 1560, el Concejo o Ayuntamiento emprendería un gran proyecto de reformas de las puertas de la ciudad para eliminar todas las barreras que suponían los accesos medievales, extremadamente incómodos para el movimiento de personas y mercancías, y ajustar su arquitectura a los nuevos tiempos, a la manera de arcos de triunfo que harían referencia a la grandeza de la ciudad, que se había convertido en cabeza de los Reinos de España con el descubrimiento de América.

Tras otras reparaciones menores, llegaría la puerta al siglo XVIII, momento en el que sufre las reformas más profundas, envolviéndose con una fábrica que la dotó de más altura y de elementos decorativos propios de la arquitectura barroca, como el ático trilobulado con los pináculos de remate o las pilastras almohadilladas. Todo el conjunto sería revestido y decorado con pinturas que, de nuevo, harían referencia al pasado mítico de la ciudad: rcules y Julio César, las Santas Justa y Rufina, San Fernando y la toma de la ciudad… Dos de estas reformas correspondieron a los años 1723 y 1795, como indican las inscripciones que se conservan en la fachada principal.

Esta configuración formal será la mantenida hasta nuestros días, si bien perdiendo toda la decoración pictórica barroca durante el siglo XIX, centuria en la que iría adoptando progresivamente el color que tuvo hasta la restauración de los años 2021-2022, es decir, blanco y ocre.

Precisamente, el objetivo de esta restauración fue eliminar todos los materiales incompatibles con el bien a nivel de revestimientos y acabados, resanar las fábricas, retirando todos los elementos que indicaban peligro de desprendimiento y recuperación, en la medida de lo posible, de restos del cromatismo antiguo y de todos aquellos elementos histórico-arqueológicos que pudieran aportar algo a la historia del edificio.

Descubre más sobre la muralla